Chikung-Taichi

Salud: artes orientales y percepción del cuerpo.

Dedicarse a la búsqueda de la salud también significa aprender a sentirse bien, a prestar una atención distinta a los señales que nuestro cuerpo continuamente envía. Salud es sinónimo de vitalidad, que tiene que durar toda la vida.

Aprender a sentirse bien significa ser capaces de hacer funcionar de manera armoniosa nuestro cuerpo, activando facultades y potencial que a menudo nuestro estilo de vida nos hace dejar a un lado.

Practicar el Chikung y Taichi permite desarrollar una mirada interior, la capacidad de percibir y entender lo que nuestro cuerpo nos dice a través de distintas sensaciones físicas o estados emocionales.

El Chikung es fundamentalmente una práctica de autoformación continua. Es una práctica física-energética. El beneficio que se puede obtener de ello es «personal», y su eficacia está avalada principalmente por el estado de salud y la sensación de bienestar que tenga el alumno. Fuera de esta dimensión «personal», hay elementos objetivos con los que juzgar el grado de eficacia y de

progreso: la corrección de las posturas, los gestos corporales, la respiración…todo ello constituye una indicación importante. Para que sea eficaz, la práctica del Chikung tiene que aprenderse mediante la enseñanza rigurosa de un método y con la garantía de un buen profesional.

El Chikung-Kikô desarrolla el potencial físico y psíquico latente en cada uno de nosotros. Su práctica permite cultivar la sensibilidad interior del cuerpo y es fundamental para alcanzar salud y bienestar.